viernes, 15 de noviembre de 2019

me gusta la ciudad de noche

https://twitter.com/RAEinforma/status/1195314322353901568?s=09

Me gustaría poder andar miles de pasos por la ciudad desierta, dormida, arrulla da. 

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Me gustaría poder andar miles de pasos por la ciudad desierta, dormida, arrulla da. 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Celebrando a la patria

Por el camino de noche, mi mente vaga, entre nubes y oscuridad... gente... mucha, demasiada gente se congregaba en los alrededores del centro de la ciudad. Todos caminan con una sola dirección y un solo propósito... Festejar y gritar los consabidos VIVA!! en la hora pactada.
Zombies engalanados de charros, chinas poblanas, veracruzanas, gente con varas de luces LED vibrando con los colores patrios... grupos de gente con banderas y sombreros con la leyenda VIVA MEXICO CABRONES!!, familias completas caminando sobre las aceras con niños ataviados con atuendos regionales.

Los edificios hermosamente iluminados con los colores patrios VERDE, BLANCO, ROJO lucían el edificio de correos, Palacio de las Bellas Artes, la sede de la Secretaria de Relaciones Exteriores, balcones luciendo banderas... Todo recordaba que esta noche se celebraría a la Patria.

La plaza de Garibaldi fue una de las más concurridas y los mariachis los más solicitados de la noche... Por allá se oía el son de la Negra, por otro lado El rey,.. mas adelante un conjunto norteño tocaba... gente...gente... más gente...

Gente subiendo al transporte y el aire interior inhundado con aroma de alcohol, el festejo ya se siente en la piel, en el ambiente, en los aromas...

Puestos de comida, pozole, tamales, tlayudas, elotes, esquites, quesadillas, tacos... el olor a comida y bebida mezclandose con la gente, con la vida, con el festejo...

Silencio... ambiente desierto... oscuridad... sigo vagando por las estrellas... lento... ritmico,.. pausado... todo queda atrás...



domingo, 28 de junio de 2015

Garibaldi

El tomar el transporte por la noche es literalmente transportarse a otros mundo, a otras dimensiones a otras realidades paralelas, lentamente apresura la marcha, el Trolebús empieza a decender en una cuesta empinada para tomar un paso a desnivel y al emerger nos encontramos directamente en la plaza de música más emblemática de la ciudad: Garibaldi, que nos recibe con el Museo del Tequila, como clave de sol en el inicio de la partitura, en tres octavos inicia el desfile de las notas con mariachis a lo largo de Eje Central en blanco y negro y uno que otro bemol con sombrero y sacos de conjuntos norteños.
Del otro lado el Teatro Blanquita repleto de gente acudiendo a un concierto que invita a recordar los años dorados del rock and roll, un Elvis Presley perdido entre la multitud, por allá un hombre mayor con copete, chamarra de cuero y mezclilla, muchachas antiguas con faldas circulares y balerinas dispuestas a divertirse recordando sus años mozos.
Y la melodía del mariachi continua al otro lado de la avenida cada vez más lejos de su casa mater llegando casi a espaldas de Bellas Artes, que esa noche tenía un evento en su explanada con toldos blancos revoloteando al viento y cientos de jóvenes vestidos con la sencillez de un estudiante rebelde.
El cruce de Av Juárez al pie de la torre Latinoamericana se encontraba atiborrada de gente, que esperaban impacientes a que el hombrecito verde les indicara que podían pasar sin ser arrollados por los interminables ríos de luces de los autos. Las hordas de gente que  se apresuraron a pasar chocaron a la mitad de la avenida, me recordaron esas escenas en las peliculas de guerra donde la infantería choca en el combate cuerpo a cuerpo.
Y de pronto....
Nada, todo paro repentinamente, cortinas de negocios abajo, luces bajas, uno que otro transeúnte perdido caminando en dirección equivocada, noche, oscuridad, soledad...
Nada... silencio... negrura... todo se volvió lento... todo se detuvo


viernes, 26 de junio de 2015

Un romance de 30min


Estaba en la parada del Trolebus, cuando de pronto lo vi venir, con sus 30 y tantos a cuestas, completamente rapado, con pinta de galán de cine y facha de niño bien de la clase media alta, vestía un simple y sencillo suéter gris y mezclilla... Me miró... lo mire...

El chico se formó unas dos o tres personas después de mi; yo continué mirando el incesante pasar de los carros sobre Eje Central, gente corriendo para cruzar evitando ser arrollada por los autos, mas carros, mas gente, y de pronto el transporte que esperabamos avanzo en contra flujo... para mi decepción no era el que yo esperaba, este solo llegaba a la mitad del camino hacia donde me dirigía así que dí un paso atrás para dejar pasar a quienes les acomodaba esa ruta... De pronto me di cuenta de que solo quedamos en la parada, el y yo... sonreí para mí pensando en lo travieso que es el destino, se había encargado de dejarnos a los dos solos bajo la tenue luz del techo de la parada.
Me miró y sonrió... lo miré y le sonreí.
Un trólebus mas se acercaba, semivacio, se detuvo con aire cansado frente a nosotros, al intentar subir sentí una mano que me ayudaba a hacerlo, volví la vista y vi que era mi acompañante de parada quien se acomedia para ayudarme, le dí las gracias y el subió detrás de mi.
Me instale en un asiento junto a la ventanilla junto a un hombre que venía semi dormido, cansado y sin animo después de un arduo día de trabajo, el se sentó al lado contrario de donde yo estaba...
El transporte inicio su marcha lenta, constante, adormecedora... al pasar por la plaza de garibaldi oí sonar al mariachi entonando la canción de HERMOSO CARIÑO, mi alma romantica y mi desmesurada imaginación fantasearon con que ese chico me daba esa serenata, sin pensarlo lo mire y el me regreso la mirada, no pude evitar sonreir... a medida que avanzo el trolebús cada cierto tiempo el volteaba a mirarme y yo lo miraba a el... era un curioso coqueteo... un pasatiempo para olvidarnos un poco de la rutina y el cansancio.
Avanzamos, seguimos avanzando...me miraba, lo miraba... lo miraba, me miraba...
Un par de paradas antes de mi destino, el se levanto, lo miré y el me miró sonriendo correspondí a su sonrisa y con su mano hizo un gesto de adiós mientras que su boca me lo decía bajito, susurrando...
Yo hice lo mismo...

El breve momento en el tiempo que estuvimos juntos hizo que mi noche algo fuera de lo común, No lo he vuleto a encontrar y creo que es lo mejor así nos recordaremos como ese breve romance de 30 minutos que tuvimos una noche fría de primavera, sobre EJE CENTRAL..

miércoles, 24 de junio de 2015

La ciudad de noche

Es increible el movimiento que hay en la ciudad por la noche, recuerdo que cuando niña la noche me asustaba, su silencio me aturdìa y sus ruidos repentinos causaban sobresalto.
Hoy muchos años despuès encontrè un trabajo donde la noche es sinonimo de vida, de actividad, de viajes; ahora ya no me asusta tanto como antes pero sigue causandome desasosiego.
Amo las calles por la madrugada, solas, amplias, con luces intermitentes y una lluvia insesante de ruidos de autos arrancando a velocidad, sintiendose dueños del asfalto, fantaseando con ser los mejores ases del volante, los incesantes ululares de las sirenas policiacas y de ambulancias, los motociclistas yendo con el viento y el ruido ensordecedor de sus escapes, de gente corriendo asustada, de gritos de festejos, de gente alcoholizada fingiendo divertirse.
La noche ahora tiene vida, ya no es la noche que solìa ser en antaño, con un silencio pesado cayendo sobre mi, con su oscuridad infinita que no dejaba ver lo que se escondìa tras su velo eterno, ahora esta lleno de voces al telefono, de sonidos de maquinas, de musica estridente, de gente que no duerme, de gente sin cansancio; mientras la luna camina lenta y dormilona hacía el amanecer.
Mi ciudad, no deja de sorprenderme, de día inundada de gente, de noche inundada de sonidos, nunca dormida, nunca cansada... Siempre llena de vida